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TransmediaYmultialfabetizaciónDigital
Colegio de Comunicación
Maestría en Comunicación y Humanidades Digitales
Gabriela Salazar
18-Sep-2018
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# TransmediaYmultialfabetizaciónDigital
Colegio
de Comunicación
Maestría
en Comunicación y Humanidades Digitales
Narrativas transmedia en las teorías de la
comunicación
Mtra. Eurídice Cabañas
1er semestre
Gabriela Salazar
21 Septiembre 2018
Transmedia y multialfabetización digital (alfabetización
avanzada)
“Analfabetismo.- Falta de instrucción elemental en un país,
referida especialmente al número de sus ciudadanos que no saben leer”.[1]
De acuerdo a la Real
Academia de la Lengua Española un analfabeta es una persona que no sabe leer ni
escribir sin embargo, y como un efecto colateral de la evolución en los medios
digitales, la lectura y escritura abarcan nuevas formas mediáticas que nos
llevan a hablar de una alfabetización informacional o digital, misma que busca
desarrollar un aprendizaje en torno a las nuevas tecnologías y a las
denominadas TIC´s (Tecnologías de la Información y Comunicación). El creciente
uso de la Red Internet, el acceso ilimitado a distintas fuentes de información,
las redes de socialización, el uso de juegos en línea, el acceso a nuevos
contenidos digitales bajo demanda, etc., nos obliga a pensar y replantear
cuáles son las competencias necesarias para entender y utilizar, de manera
adecuada las distintas interfaces y plataformas que nos permiten tener acceso
al mundo digital y formar parte de la denominada “sociedad de la información”.
Al igual que el “mundo
exterior”, la red Internet está poblada de discursos sociales, políticos,
publicitarios, informativos, argumentativos, narrativos, científicos, etc., que
pueden constituirse o transformarse en nuevas formas de dominación mediática
donde, como cita Albert Chillón, “el miedo es el mensaje”,
“los seres humanos
están siempre aquejados por un miedo basal, derivado de la finitud y la
contingencia, la necesidad y la escasez propia de la especie. Y que
inevitablemente deben devanar un presente incierto, sucesivo y huidizo: una
falta de estabilidad, certidumbre y fijeza que tratan de mitigar a cualquier
precio, por lo común mediante ilusiones, sucedáneos y múltiples recursos
sustitutorios […]
Por consiguiente, el
miedo no es hoy un solo un rasgo cardinal de la especie, sino una auténtica
industria que rinde pingües beneficios a los verdaderos y cada vez más impunes
rectores del mundo, esos que –como el amo de El castillo de Kafka- manejan los hilos de las seductora
teatrocracia desde los inaccesibles bastidores del poder, amparados por la
degradación ética y pedagógica, y por la complicidad de una ciudadanía en buena
medida embriagada de consumismo, banalidad y espectáculo […] que los medios de
persuasión y ciberentorno propagan con apabullante eficacia […] Los ciudadanos asumen sutiles formas de
dominación que están convirtiéndolos, de hecho, en súbditos que ignoran cuán
encadenados se hallan.” [2]
Ese miedo a veces
irreconocible al rechazo, a la no pertenencia, a la exclusión, a pasar
desapercibidos, a no formar parte del escaparate enajenante de las redes de
socialización, a la ignorancia, y a vivir “desconectados”, nos hacen aceptar,
adoptar, producir y reproducir distintos discursos como el denominado “discurso
del odio” y los falsos discursos positivos (que aspiran a la felicidad pero
terminan por tener un efecto contrario), como parte de nuestro perfil digital. La
famosa “aldea global” nos predispone a ciertas formas de consumo material e
intelectual que sin darnos cuenta nos obligan a aceptar formas pasivas de
control y nos obligan a rendirnos frente a los discursos hegemónicos.
El análisis de los
textos orales, visuales, escritos, etc. (dispersos por la red Internet), y la
revisión minuciosa de nuestras formas de consumo y producción “digital”, hacen
posible una mayor comprensión de la cultura y la sociedad en que vivimos, por
eso es indispensable promover nuevas formas de alfabetización informática
avanzada, que nos permitan entender cómo las interfaces han adoptado el papel
de prótesis (modificando al usuario) y como “el cuerpo del destinatario [y del
emisor] se extiende en virtud de una producción simbólica, en el universo
fantasmal del texto”[3].
En este nuevo entorno
tecnológico y digital, la interfaz juega al mismo tiempo la función de un lugar, una prótesis y una
comunicación. Entenderla y saber usarla nos puede dotar de mayor movilidad,
independencia y libertad dentro de la
red de conocimiento; no entenderla y no saber cómo operarla nos puede volver,
hasta cierto punto, discapacitados y víctimas de la inequidad social, política
y económica, representada y acrecentada por la brecha digital.
Es un hecho que es
necesario combatir la analfabetización informática y entender, no sólo cómo
usar las distintas interfaces, sino cómo interpretar las distintas capas de la
textualidad digital. La pregunta es, ¿es posible utilizar narrativas transmedia
(de ficción o reales) como herramientas para facilitar una alfabetización
digital avanzada, que nos permita combatir la analfabetización informática y poner
resistencia ante la hegemonía cultural?, ¿cuáles serían las estrategias a
desarrollar dentro y fuera del aula para aprender a utilizar las nuevas
tecnologías que dan forma a la sociedad de la información?
En la medida que seamos capaces de entender la tecnología e interactuar en este macro-sistema de medios que es la red Internet, y las distintas interfaces que nos permiten “conectarnos” a ella, más fácil será combatir los discursos hegemónicos y mantener una biodiversidad cultural de la cual se puedan enriquecer y beneficiar todos, como una verdadera red y sociedad de conocimiento.
En la medida que seamos capaces de entender la tecnología e interactuar en este macro-sistema de medios que es la red Internet, y las distintas interfaces que nos permiten “conectarnos” a ella, más fácil será combatir los discursos hegemónicos y mantener una biodiversidad cultural de la cual se puedan enriquecer y beneficiar todos, como una verdadera red y sociedad de conocimiento.
ANALFABETISMO DIGITAL
“La tecnología es mucho más que un
conocimiento técnico: es un espacio político. Desconectarse tiene implicaciones
sociales y económicas […] en esta sociedad de la información. Estar fuera del
“mundo digital” es perder agencia para intervenir, conseguir trabajo, informarnos,
comunicar, movernos y vivir”[4].
El acceso a la Red Internet va más allá de tener acceso a los contenidos y
plataformas disponibles como YouTube, Facebook, Instagram, Blogs, etc., tiene
que ver con aprender a usar una herramienta que nos permita tener acceso a
múltiples y nuevas fuentes de información, expresarnos de manera libre y
soberana, así como generar oportunidades y habilidades que nos permitan
desarrollarnos en el ambiente digital con igualdad, de tal forma que podamos
intervenir e influir en distintos procesos mediáticos.
Las TIC´s deberían ser herramientas que favorezcan la participación
ciudadana en asuntos políticos,
económicos y sociales. Sin embargo, para poder tener acceso a ellas, es
indispensable contar no sólo con alguna
interface sino con conocimientos para usarla, ya sea una computadora, teléfono
móvil, “tablet”, etc., y poder tener acceso al conocimiento a través de medios
electrónicos. Aún cuando
el programa “México
Conectado” busca garantizar el derecho constitucional de acceso a internet de
banda ancha establecido en el artículo 6to de la Constitución Federal […]es poco probable que “México Conectado”
contribuya eficazmente a contraer la brecha digital […] (ya que) no hay forma
de medir cuántas personas utilizaron los puntos de conectividad y para qué, ya
que las estadísticas no existen[5]
Tampoco es posible saber qué cantidad de usuarios, con acceso a la Red
Internet, cuentan con un equipo adecuado que les permita navegar en internet,
ni cuál es su consumo de datos (y si éste está limitado por el proveedor de
servicio o el ancho de banda), o si tienen capacidades y habilidades para
entender la tecnología y usarla adecuadamente. El analfabetismo digital se
refiere a eso, al desconocimiento de las nuevas tecnologías y a la incapacidad
para interactuar con ellas a nivel instrumental y cognitivo.
Al igual que en el
analfabetismo, el analfabetismo digital puede ser dividido al menos en dos
niveles o categorías: a) el analfabetismo digital, aquel en que las personas no tienen ninguna
iniciación o conocimiento en las TIC´s, y b) el que podría denominarse
“analfabetismo digital funcional”, donde entrarían aquellas personas o
usuarios, con conocimientos básicos, que pueden navegar dentro los múltiples
escenarios digitales, pero no alcanzan a abstraer los distintos niveles de
discurso existentes en de los textos digitales, las repercusiones de la huella
digital (el uso de sus datos personales, geo-localización, perfiles de consumo,
etc.), la importancia del derecho a la privacidad, los conceptos básicos de
seguridad digital, la necesidad de exigir y respetar los derechos digitales, y
las consecuencias que puedan existir por un uso inadecuado o deficiente de las
nuevas tecnologías (robo de identidad y datos bancarios, secuestros, “bullying”
electrónico, phishing, publicación de fotos o videos personales sin
consentimiento, desinformación, desigualdad social, espionaje gubernamental,
etc.).
Partiendo
del punto en que:
“la alfabetización debe servir, sobre todo,
para que las personas participen de mejor manera, en condiciones de igualdad,
en el mundo social; para contribuir a evitar la marginación y la exclusión;
para que no existan estigmas que impidan a las personas conocer mundos
distintos a los que habitan, plenos de nuevos significados, información y
culturas diferentes y enriquecedoras.”[6]
Es necesario revisar
qué sucede en el entorno digital (a este respecto) para entender cómo promueve
la desigualdad social, el aumento en la brecha digital y los mecanismos de
control por parte de las clases opresoras, ¿hasta dónde -como parte de los
procesos de digitalización- debemos exigir a la sociedad y gobierno, programas,
leyes o políticas públicas que nos permitan reducir la brecha digital y
adquirir competencias o habilidades para desarrollarnos y crecer dentro del
espacio virtual?, ¿cómo podemos apoyarnos en este mismo marco tecnológico para
la creación de herramientas que nos permitan una multi-alfabetización
(alfabetización avanzada) digital?
MULTIALFABETIZACIÓN DIGITAL
Alfabetizar y enseñar a
leer en la actualidad implica
“poder incluir las
competencias relacionadas con la recepción y la producción de un discurso
multimodal. Éste, incluye el lenguaje verbal, los lenguajes audiovisuales y el
uso de dispositivos digitales para la composición y la recepción de mensajes.
Este conjunto de competencias constituye la alfabetización mediática. Quiere
esto decir que la percepción de la lectura como una destreza que se relaciona
con una persona ubicada frente a un libro físico ha sufrido una modificación. La
virtualidad se fusiona con la realidad y los dispositivos electrónicos
complementan la presencia de los físicos […], finalmente todo se convierte en
un modo emergente de lectura ya que se generan inesperados comportamientos
mediante las incorporaciones de nuevos elementos y alternativas ”[7]
En 1996 el denominado
“New London Group”[8] acuño el término “Multiliteracies”, para hacer
referencia a cómo las nuevas tecnologías estaban influenciando a la sociedad,
este nuevo enfoque de “multialfabetizaciones” permitió abordar y estudiar cómo
los cambios tecnológicos y la globalización estaban afectando la educación.
Desde entonces el término se ha empleado para explicar cómo se puede usar un
amplia gama de recursos lingüísticos, culturales, comunicativos y tecnológicos
para que los estudiantes puedan enfrentar el mundo globalizado y sus cambios.
La multi-alfabetización consiste en eso, en educar para poder adaptarnos a los
entornos creados por las TIC´s y generar un pensamiento crítico en torno a
ellas.
Una sociedad ignorante
siempre será una sociedad manipulada. Como dice Seymour Papert, vivimos en una
sociedad tecnocentrista que empieza a anteponer la tecnología sobre la
educación, las relaciones personales y las formas de obtener conocimiento a
través de experiencias no vinculadas de forma directa con la tecnología. Los
procesos de enseñanza y aprendizaje sufren cambios y mutaciones que es
necesario advertir y confrontar. La tecnolatría[9]
nos puede inducir a creer que el uso de la red Internet nos da poder, control,
pertenencia y conocimiento; cuando en realidad nos hemos visto “reducidos a la
condición de espectadores gregarios, adocenados y pasivos –hombres masa, […],
súbditos que se ignoran mucho más que auténticos ciudadanos […], receptores y
consumidores faltos de libre albedrío”[10],
fáciles de controlar o manipular a través de los consumos digitales. Hemos
cedido nuestra capacidad de reflexión y pensamiento crítico ante los resultados
de búsqueda en Google, las series de Netflix, las publicaciones de Facebook,
las informaciones condensadas de Twitter, los memes políticos y los videos en
YouTube de gatitos. Se ha diluido nuestra capacidad de leer lo que se esconde
atrás de todos esos discursos mediáticos y de entender cuál es el costo real
del uso de ciertas plataformas y aplicaciones (“apps”); por todas las razones
mencionadas anteriormente es urgente buscar la manera de entrar en este campo
de la multi-alfabetización y hacer los ajustes necesarios para adaptar los
procesos de aprendizaje y enseñanza a las nuevas tecnologías y a los nuevos
contenidos que han llegado con ellas.
SOCIEDAD MEDIÁTICA: BIG DATA, ENAJENACIÓN,
PRIVACIDAD, DERECHOS DIGITALES (LA APATÍA POR LEER Y PENSAR).
El
analfabetismo-funcional digital es alarmante y nos ha orillado a ignorar los
derechos digitales básicos, nuestros consumos de contenidos digitales con
discursos hegemónicos audiovisuales nos han hecho perder la capacidad de
análisis, quedando expuestos ante grandes corporaciones que hacen uso desmedido
de nuestros datos e información personal a cambio de poder publicar “selfies”,
videos divertidos, etc. El famoso “Big Data” nos ha dejado ver el nivel de
vulnerabilidad de las sociedades mediáticas, quien controla la información
controla el poder. El “Big Data” es un
capital digital de gran valor para cualquier mercado. Desafortunadamente, en
nuestro afán por consumir sin pensar (o hacer el ejercicio de leer los
subtextos e hipertextos con ojo crítico), hemos sido incapaces de reconocer las
tendencias y sesgos de la jerarquización del conocimiento en la red Internet y
desenmascarar las nuevas formas de control tan sublimes, aceptadas y
disfrazadas de servicios gratuitos o “apps´” .
La capacidad de
resistencia ante la hegemonía de la cultura y la analfabetización digital sólo
se puede nutrir con conocimiento y con
la participación de sociedades mediáticas digitales capaces de generar y
escoger por si mismas su propio acervo de saberes, sin la imposición y
regulación de las clases más poderosas, o de algoritmos “pingüino”, “colibrí” o
“panda”.[11]
Es tiempo de pensar en una correcta distribución del conocimiento, de educar a la gente y utilizar nuevas estrategias formales e informales para enseñar a leer y escribir contenidos en esta nueva red de conocimiento. Restaurar el tejido social es tarea de todos y para ello es necesario jugar un rol más activo en los entornos digitales y usar las TIC´s para formar sociedades más humanas y preparadas, capaces de enfrentar los cambios tecnológicos que estamos viviendo. Requerimos hacer ajustes en los modelos educativos tradicionales y fomentar políticas públicas encargadas de vigilar estos cambios, y leyes que protejan los derechos y la privacidad de los usuarios.
POLÍTICAS PÚBLICAS EN EDUCACIÓN &
LEGISLACIÓN DE INTERNET
“Para Vargas (2015) el
nacimiento de las políticas públicas en los Estados-naciones tienen que ver con
la necesidad de mejorar la prestación de los servicios públicos a las
sociedades nacionales; entre dichos servicios encontramos: a) los servicios
tributarios; b) trámites diversos, seguridad pública; c) transporte; d) salud;
e) educación; f) abasto; g) agua potable; h) infraestructura; i)
comunicaciones; j) etc.”[12]
Las políticas públicas
dependen de la agenda pública y se formulan en función de aquellos problemas
que la sociedad considera importantes, desafortunadamente no sólo dependen de
los intereses públicos sino también de los privados, lo cual imposibilita –en
muchos casos- una adecuada
implementación.
Implementar una
política pública o una reforma educativa en México, que contemple la
alfabetización y multi-alfabetización digital, suena como tarea imposible. En
los últimos cinco años México ha sido sometido a varias reformas educativas
fallidas, que fuera de resolver la problemática actual, parece haberla agravado
(reformas interpuestas por Elba Esther Gordillo que no son relevantes para este
ensayo), ¿qué podríamos esperar entonces de un programa cuya finalidad es darle
herramientas a la sociedad para aprender a usar la tecnología a su favor,
evitar la dominación mediática y disminuir el consumo de contenidos de baja
calidad?
Hablar de políticas
públicas o legislaciones enfocadas a proteger la identidad del usuario -en un
país represor donde el gobierno es el encargado de amenazar, perseguir,
secuestrar, torturar y matar comunicadores, activistas, activistas digitales,
estudiantes, o cualquier persona que amenace los intereses del Estado y la
industria privada-, es hablar de un cambio radical y difícil de lograr. Si no
podemos salvaguardar la seguridad de estudiantes universitarios, aún dentro de
su plantel de estudios, es todavía más complicado hablar de leyes que protejan
los datos y las identidades de todos aquellos encargados de divulgar el
conocimiento, o de políticas púbicas para desarrollar nuevos modelos educativos
que se ajusten a las TIC´s y pueden incluir a todos los segmentos de la
sociedad con igualdad. La ignorancia es poder.
El Estado Mexicano está
lejos de poder satisfacer las necesidades de políticas públicas o leyes
enfocadas a hacer un uso adecuado de la Red Internet, hasta ahora todos los
intentos parecen fallidos y llenos de agujeros legales que, fuera de ofrecer
protección al usuario, lo dejan expuesto ante un sistema legal que favorece los
intereses de las clases poderosas.
Aún cuando parecemos estar
sumidos en una “estupefaciente
tecnolatría[13]”
, tal vez una manera de confrontar el problema de analfabetismo digital y buscar una multi-alfabetización digital, es
a través de herramientas transmedia que
nos ayuden a educar, enseñar y aprender cómo usar las nuevas TIC´s mediante
plataformas interactivas, juegos, podcasts, divulgación del trabajo de
colectivos como “Rancho electrónico” o “R3D”, vídeos, documentales, etc., en
que los usuarios participen de manera activa y se involucren en la toma de decisiones.
Urge generar programas o sistemas educativos en línea que tengan distintos
puntos de entrada al entorno digital y puedan ser diseminados dentro de la red
para tener un mayor nivel de penetración en los distintos sectores; para
lograrlo es necesario involucrar a la sociedad y exigir políticas públicas
enfocadas a:
1)
Promover o implementar programas a nivel de educación media
y superior sobre cultura digital, enfocados a disminuir y erradicar el
analfabetismo digital.
2)
Si el acceso a la Red Internet fue declarado por la ONU, en
2011, un derecho humano, entonces es indispensable vigilar que los derechos
digitales se cumplan y se promueva una alfabetización digital enfocada a
permitir el progreso, disminuir la
brecha digital y dar acceso a la información en igualdad de condiciones. La
educación también es un derecho.
3)
Prevenir la imposición o aprobación “clandestina” de
artículos y/o leyes como la “Ley Telecom”, que contemplaba bloquear, inhibir o
anular de manera temporal las señales de telecomunicaciones en eventos y
lugares críticos para la seguridad pública y nacional a solicitud de las
autoridades competentes. Si bien este artículo de la ley no fue aprobado, hay
muchos otros como la geo-localización (artículos 189-191) que permiten al
gobierno conocer la localización geográfica de dispositivos móviles sin
necesidad de una orden judicial, obligando a las compañías de telefonía móvil a
entregar información, en tiempo real, de la localización de usuarios.
4)
Informar a los usuarios de alternativas para proteger su
identidad y datos a través de protocolos VPN, motores de búsqueda como
duckduckgo.com, verificación de información en dos pasos, etc.
5)
Establecer una legislación de la red Internet que proteja la
privacidad de los usuarios y el uso de información personal (incluso del propio
gobierno, que ha resultado el espía más ávido).
Poder desarrollar e
implementar mecanismos o programas, ya sea por la vía legal o a través
participación ciudadana, que nos permitan utilizar las herramientas transmedia
inherentes en las TIC´s para multi-alfabetizar a la sociedad y tratar de
disminuir la brecha digital (que aumenta y promueve la desigualdad social),
implicará un gran paso para la creación de sociedades mediáticas más libres,
críticas y capaces de auto gestionar el conocimiento y aportar a la
inteligencia colectiva.
TRANSMEDIA Y EDUCACIÓN INFORMÁTICA
I.- Antecedentes de “transmedia”: la ecología de
los medios y la escuela de Marshall Mc Luhan
En la década de los
sesentas Marshall McLuhan desarrolla una nueva teoría para entender los medios
y se consolida como el padre de la denominada “ecología de los medios”
(retomada y desarrollada más tarde por Neil Postman). Dentro del trabajo de
McLuhan destacan los conceptos de “aldea global”, “medios fríos y calientes” y
las “leyes de medios” (derivados de la ecología de los medios), mismos que cito
aquí para tener una referencia más clara de cómo se vinculan con la historia y
el significado de las denominadas “narrativas transmedia”.
“Según McLuhan, los
medios modelan las percepciones de los sujetos: los seres humanos crean
instrumentos de comunicación, pero, en un segundo momento, estos mismos medios
les modelan la percepción y cognición sin que sean realmente conscientes de
este proceso”[14].
La aparición de la red Internet y las distintas alternativas que ofrece a sus
usuarios para interactuar entre ellos y realizar búsquedas específicas de
información, influye de forma directa en la delimitación del perfil del usuario
(aún sin que éste se de cuenta). La red Internet es un mega ecosistema de
medios y para poder comprenderlo es necesario hacer referencia a la teoría de
“la ecología de los medios” de McLuhan, misma que nos permite analizar cómo los
medios de comunicación afectan a la audiencia y pueden cambiar su percepción e influir
en su comportamiento y forma de pensar dentro de la sociedad o grupo cultural
al que pertenecen. De acuerdo a McLuhan
los medios no sólo se vuelven motores de cambio social, se vuelven extensiones
del cuerpo capaces de adaptarse y de modificarse a si mismos, un ejemplo muy
claro es la escritura, hemos pasado de la escritura a mano, a la imprenta, a la
máquina de escribir, al procesador de texto, a los SMS (short message system),
al ICQ (“I seek you”), al Whatsapp; es decir, los medios evolucionan y cambian
su posición jerárquica conforme avanza la tecnología, no es que desaparezcan o
se vuelvan obsoletos, al igual que la energía, sólo se transforman.
Otra de las grandes
aportaciones de McLuhan es el concepto de “aldea global”, en el que queda
sentado que, como parte de la evolución de los medios y de la extensión de
nuestras redes neuronales, las personas estarán conectadas por medios
electrónicos a un entorno que no conoce barreras físicas ni distancias. Todos
estamos interconectados a través de las distintas interfaces que usamos
(excepto aquellos que han sido silenciados y no tienen recursos para tener
acceder a la tecnología, o que son analfabetas informáticos).
McLuhan también define
o distingue dos tipos de medios, “los fríos y los calientes”, donde los medios
calientes requieren poca participación de los usuarios y los fríos viceversa.
Destaco esta distinción ya que las narrativas transmedia permitieron una
evolución híbrida de los libros, donde una misma narrativa, nacida en un medio
caliente (los libros) puede explotar de manera exponencial en un medio frío
como la red, permitiendo que el usuario (o audiencia) haga una inmersión
profunda en la historia y pueda participar e influir en el curso de la misma.
Otro punto muy importante de la teoría de
McLuhan son las “leyes de los medios” que buscan explicar la influencia de la
tecnología en la sociedad. Estas leyes plantean preguntas con el objetivo de
analizar los medios y/o las nuevas tecnologías, las cuatro leyes son:
“¿Qué extiende el medio? Cada tecnología extiende una
facultad física o psíquica del usuario (el telescopio extiende la visión, el
automóvil la movilidad, etcétera).
¿Qué se vuelve obsoleto? Cuando un medio se extiende, otro deja de ser utilizado
(el WhatsApp volvió obsoleto el mensaje de texto, el correo electrónico volvió
obsoleto el envío de cartas, etcétera).
¿Qué recupera? Todo
medio recupera algo previamente obsoleto (el mensaje de texto recuperó las
formas de escritura telegráfica, el cine recuperó el teatro, etcétera).
¿En qué revierte? Cuando una tecnología se lleva al límite, trasciende a sí
misma e invierte sus características y pueden emerger características opuestas
(un producto de masas como el cómic termina convertido en "novela
gráfica", etcétera).”[15]
Más adelante retomaré algunos
puntos de las teoría de McLuhan para explicar su importancia en el análisis de
la red Internet como mega ecosistema de medios y el surgimiento de las
narrativas transmedia.
II.-Transmedia
En los años 60´s con
McLuhan hablaba de un ecosistema de
medios formado por la televisión, la radio, el cine, la prensa, etc.,
que cambió los sistemas de finanzas, producción, comercialización, política,
etc., sin embargo no hay punto de comparación con los cambios que trajo la
“web”, la web 2.0 y el sistema de redes
digitales. La red Internet ha provocado un cambio radical, sin precedentes, en
los sistemas de capitalismo financiero y la circulación de los bienes
culturales.
La web es un meta
medio, un nicho muy grande, que
eventualmente dio origen a todas las aplicaciones que conocemos ahora. La red
internet y la aparición de la web 2.0, junto con los dispositivos móviles ha
provocado que las experiencias de comunicación, de consumo y de producción, se
multipliquen de manera impredecible.
Antes cada medio tenía
su interfaz y resultaba imposible imaginar que dos o más medios pudieran
fusionarse en uno solo, ahora los medios conviven en interfaces híbridas y al
haber más medios la dieta mediática se vuelve más variada. No sólo consumimos
más información, también la producimos, todos los días subimos fotos y videos,
twitteamos, escribimos decenas de mensajes privados o públicos, mandamos
correos o mensajes de voz; generamos grandes cantidades de textos que se
almacenan en la red.
Este mismo tipo de cambio
sucede con las narrativas, antes las historias habitaban un solo medio, luego
adquirieron multiplicidad y la capacidad de ser replicadas en distintos medios
(crossmedia), para luego dar origen a narrativas multi-plataforma (transmedia),
donde cada plataforma cuenta una parte diferente de la historia, de tal forma
que la audiencia puede controlar su nivel de inmersión e influir en ella
mediante su participación en los distintos canales o medios.
III.- Los siete
principios de la narrativa transmedia
Henry
Jenkins, a quien se le conoce como el padre de “transmedia” (aún cuando Marsha Kinder es la
primera en utilizar el término en su libro “Playing ith Power in Movies,
Television and Videogames”), ha realizado una investigación muy profunda en torno a las narrativas transmedia y ha
establecido siete principios básicos que la distinguen de la multimedia y la
crossmedia.
A raíz de las nuevas tecnologías ha habido un cambio significante en la
manera que la cultura es producida y consumida, y en cómo los contenidos
audiovisuales se organizan y reparten en distintas plataformas. En este sentido
es importante hacer una distinción entre términos: multimedia, crossmedia y
transmedia. La primera se refiere a toda producción audiovisual expuesta en una
sola aplicación o interface (sin que la audiencia o usuario participe de manera
activa), la segunda es la publicación de una misma historia o información en
distintas plataformas y la tercera, transmedia, se refiere a una narrativa que
es contada y distribuida de manera no lineal a través de distintas plataformas,
donde existe un mundo historia, cuyos arcos narrativos están distribuidos en
distintos medios o canales y se complementan entre sí sin volverse excluyentes,
y donde la audiencia puede participar e influir en la historia.
Si pensamos en
transmedia como un modelo que nos permite extendernos y enriquecer la
experiencia del usuario en el mundo del entretenimiento, ¿por qué no pensar en
ese mismo modelo aplicado a la educación y utilizar distintas plataformas para
enriquecer la experiencia de adquisición del conocimiento?
En la actualidad, tanto
estudiantes como personas fuera del aula (vistas como usuarios y audiencia)
están desarrollando nuevas formas de escribir y leer estructuras de conocimiento.
Partiendo de que los estudiantes pueden aprender mejor cuando se les enseña
mediante distintas (y variadas) formas de expresión, el aprendizaje se puede
reforzar y hacer más efectivo mediante el uso de material audiovisual disperso
en distintas plataformas o medios; de tal forma que se estimule la necesidad de
búsqueda y la inmersión en el conocimiento.
Si bien Jenkins plantea
siete principios para las narrativas transmedia, no podemos aplicarlos de
manera rigurosa e idéntica a los procesos de enseñanza-aprendizaje, pero sí
podemos usarlos como base para analizar cómo adaptarlos y explotarlos en el
aula como parte de un modelo educativo informal, donde el usuario tiene el
control de su aprendizaje y es capaz de generar nuevos contenidos y conocimiento,
en vez de conformarse con ser una entidad pasiva que sólo recibe información,
por una sola vía o canal. Los siete principios de las narrativas transmedia
son:
1.- Expansión y
profundidad.
Expansión es la capacidad de difundir la
historia a través de distintos canales.
Profundidad se refiere a la capacidad que tiene
la audiencia para buscar más información y profundizar (de manera voluntaria)
en la narrativa. Al llevar ambos
conceptos al área educativa le permitiremos a los estudiantes (o usuarios)
buscar información de distintas fuentes y ahondar en aquellos temas o detalles
que les resulten interesantes, para eso hay que
pensar ¿qué se puede hacer para que el estudiante o usuario tenga deseos de
indagar más?
2.- Continuidad y. multiplicidad.
La continuidad se refiere como aquella
información que ha sido aceptada como parte de una historia y le que le da
coherencia y credibilidad a la narrativa. En educación se podría hablar de
continuidad en la disciplina y en los estándares que nos permiten determinar
qué es bueno saber y cómo saberlo.
La multiplicidad implica poder tener acceso a
historias o versiones alternativas de un mismo mundo historia. Lo cual permitiría
plantearle al estudiante o usuario, ¿qué hubiera pasado si tal evento hubiera
ocurrido de otra manera? y evaluar distintas posibilidades en torno a un mismo
hecho (distintos puntos de vista para analizarlo y percibirlo).
3.- Inmersión y extracción .
La inmersión le permite al usuario o audiencia
ahondar en el universo transmedia de a voluntad y llegar tan profundo como él
quiera. Usar mundo virtuales como herramientas educativas le permitiría al
usuario o estudiante replicar eventos y entender la relación entre unos y
otros, profundizar en distintos temas y establecer correlaciones con otros
eventos.
La extracción le permite al usuario extraer y
apropiarse de distintos elementos del mundo historia para aplicarlos a su vida
cotidiana, que es uno de los principios básicos de la educación, poder tomar lo
aprendido y ponerlo en práctica en la vida diaria.
4.- Construcción del mundo historia.
La construcción del mundo historia se refiere a
la construcción de todos aquellos elementos que forman parte de un mismo
universo donde las distintas historias se enriquecen y complementan entre sí. Fomentar
un aprendizaje integrador, donde puedan convergir todos los saberes y
enriquecerse entre ellos es indispensable para los modelos actuales de educación.
Los estudiantes deben aprender a integrar el conocimiento.
5.-
Serialidad
Como su nombre lo indica permite generar una
serie donde distintos fragmentos de una
historia (con sus arcos narrativos correspondientes) pueden ser distribuidos en
distintos paquetes o entregas y medios. En educación se puede trasladar a la siguiente
pregunta ¿cómo podemos presentar una lección o una clase como parte de un todo
más grande?, ¿cómo un fragmento de información o conocimiento va ligado a otro
y juntos forman un saber más grande?
6.- Subjetividad
La subjetividad nos permite explorar una misma
historia a través de distintos puntos de vista. Si lo trasladamos a un proceso
educativo nos permitiría enseñarle al usuario o a los alumnos que un mismo
evento puede ser visto y analizado desde distintas ópticas, por ejemplo, la
historia de la conquista de México puede ser vista y analizada desde la visión
de los conquistados o de los conquistadores, pero cuando aplicamos “ambas
percepciones o puntos de vista” la historia cambia y la podemos entender de
otra manera.
7.- Ejecución
Permite la interacción de la audiencia y le
permite ser participe de la historia. ¿Cómo podemos crear un espacio donde los
estudiantes o usuarios participen del conocimiento y lo enriquezcan, donde se
vuelvan productores (prosumers) en vez de ser únicamente consumidores?
ESTRATEGIA TRANSMEDIA (AVANCES)
Sobre el sitio web
Nota: la creación de la página web es sólo un esqueleto provisional para identificar distintos puntos de
entrada al mundo-historia que se desea crear en torno a la red Internet y su
mega ecosistema de medios (hospedado en una multi plataforma: videos, blogs,
redes de socialización para diseminar contenidos y promover discusiones,
juegos, evaluaciones en línea, etc.); en el largo plazo la página web debe
servir para hospedar recursos que sustenten la información y datos duros que se
pretende enseñar a la audiencia a través de una narrativa transmedia.
Lo deseado es que la audiencia (o usuarios) haga una inmersión en las
distintas fuentes de información y busque una autogestión del conocimiento que tiene sobre la red, es decir que
desarrolle estrategias informales de aprendizaje para aprender a navegar e
interactuar en el mundo digital de manera segura y consciente.
BIBLIOGRAFíA
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(19 Septiembre 2018)
[1] Real
Academia de la Lengua, Diccionario de la
Lengua Española, <http://www.rae.es>, (13 de septiembre de
2018).
[...]
[2] Chillón, Albert, Duch, Lluís, Sociedad mediática y totalismo. Antropología
de la Comunicación, Vol. 2, Herder, 2016, Barcelona, pp. 272-273
[3] Scolari,
Carlos, Hacer clic: hacia una
sociosemiótica de las interacciones digitales, Gedisa, 2004, p. 56
[4] Pérez de Hacha, Gisela, . Brecha digital de Género en México. ¿De qué
hablamos cuando hablamos de acceso?, Derechos digitales de América Latina, México, p.3 https://www.derechosdigitales.org/wp-content/uploads/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-acceso.pdf
[5] Pérez de Hacha, Gisela, . Brecha digital de Género en México. ¿De qué
hablamos cuando hablamos de acceso?, Derechos digitales de América Latina, México, p.7 https://www.derechosdigitales.org/wp-content/uploads/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-acceso.pdf
[6] Narro Robles, José, Navarro, David
Moctezuma, “Analfabetismo en México: una deuda social”, Realidad, datos y espacio.
Revista internacional de estadística y
geografía, México, Vol. 3, núm. 3, septiembre-diciembre, 2012, p. 7
[7] Lopéz
Valero, Amando, (PDF) Textualidad digital y multialfabetización. Los contenidos
digitales como material educativo. Servicio de Publicaciones de la Universidad
de Murcia, Murcia (España), 2015 p. 70
[8] Un
grupo de visionarios, investigadores y educadores ubicados en New London, New
Hampshire, Estados Unidos.
[9] Aunque el término no existe todavía
en el diccionario, se refiere al culto o adoración de una tecnología, en este
caso la red Internet.
[10] Chillón, Albert, Duch, Lluís, Sociedad mediática y totalismo. Antropología
de la Comunicación, Vol. 2, Herder, 2016, Barcelona, pp. 83-84
[11]
Google ha nombrado sus
algoritmos con nombres de animales, cada uno de estos algoritmos tiene una
función específica en la forma en que Google califica o jerarquiza la
información, de hecho los algoritmos son capaces de multar o sancionar sitios
web que no cumplan con los estándares o lineamientos de Google.
[12] Barraza Soto, Isidro, Barraza
Barraza, Laurencia, Políticas públicas en
educación. Su implementación, Red Durando de Investigadores Educativos
A.C., 2016, México, p.iii
[14] Scolari,
Carlos, “Los ecos de McLuhan: ecología de los medios, semiótica e interfaces”,
diciembre 2015,
<http://palabraclave.unisabana.edu.co/index.php/palabraclave/article/view/5419/html>,
(19 septiembre 2018)
[15] Scolari,
Carlos, “Los ecos de McLuhan: ecología de los medios, semiótica e interfaces”,
diciembre 2015,
<http://palabraclave.unisabana.edu.co/index.php/palabraclave/article/view/5419/html>,
(19 septiembre 2018)
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